En verano engordamos hasta 5 kilos
Pese al calor, el verano es una época tan buena como cualquier otra para hacer deporte.
Las razones son muchas. Una de ellas es que en el período estival se engorda más que el resto del año.
En verano engordamos hasta 5 kilos.
Los expertos advierten de que en la época estival la población suele relajarse y se olvidar de la «operación bikini» engordando por consiguiente una media de 2 a 5 kilos
Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, entre las variadas causas de este aumento de peso destaca: “La pereza que da hacer deporte con tanto calor”
Este dato debería ser motivo suficiente para levantarse de la tumbona y hacer ejercicio. Si se toman las precauciones necesarias, se pueden evitar los riesgos propios de esta época del año (desmayos, golpes de calor…). Pero es que, además, hacer deporte en estas fechas en las que el termómetro roza, y a veces supera, los 40ºC tiene ventajas que no se dan el resto del año.
Quienes practican culturismo aprovechan los meses veraniegos para hacer ejercicio aeróbico que les ayude a perder líquido y conseguir lucir una mayor definición muscular.
El calor disminuye el rendimiento corporal de los deportista, ya que para realizar un esfuerzo determinado el organismo necesita transportar mayor cantidad de oxígeno que en cualquier otra época del año. Pero hasta esto, que inicialmente es un inconveniente, puede acabar convirtiéndose en una ventaja. Los efectos de entrenar con calor son muy similares a hacerlo en altitud. La fatiga aumenta y el rendimiento disminuye, porque las células transportan menos oxígeno. Pero tras varios días, el organismo se va aclimatando y desarrollando sus propios mecanismos. Su respuesta a la escasez de oxígeno provocada por las altas temperaturas es elevar la producción natural de la hormona conocida como EPO (eritropoyetina endógena), incrementando así la cantidad de glóbulos rojos y cuyo resultado final se traduce en que se transporta una cantidad mayor de oxígeno a los músculos.
De esta manera, gracias al entrenamiento con calor se mejora la resistencia y se consigue mayor rendimiento físico, que se hace más patente cuando finaliza el verano y se vuelve a hacer ejercicio en condiciones climatológicas menos desfavorables.
Un motivo de peso por el que resulta aconsejable seguir entrenando en verano es que solo dos meses (julio y agosto) de inactividad bastan para perder la forma física conseguida durante el resto del año. Es cierto que cuesta vencer la pereza, pero quien lo logra tiene su recompensa.
Si haces el esfuerzo y vienes a entrenar lo agradecerás, y seguro no subes esos 5 kg veraniegos.
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