El desayuno, según la edad
Cada niño dependiendo de la edad necesita un aporte calórico diferente. Así por ejemplo, mientras que un niño de 3 años necesita unas 1.300 calorías diarias, serán cerca de 2.200 cuando tiene 12 años.
Podemos calcular la cantidad de calorías recomendada, partiendo de una base de 1.000 calorías y añadiendo 100 por cada año de edad en el proceso de crecimiento.
La clave para proporcionar una alimentación equilibrada a los niños reside en la correcta distribución del Valor Energético Total (VET) en cinco tomas de comida que se deben realizar a lo largo del día.
El tiempo mínimo que deberíamos dedicarle a desayunar deberían ser unos 20 minutos. Y nunca debe de dejar de tomarlo. Ya vimos la importancia del desayuno, y cómo debe ser un desayuno equilibrado en artículos anteriores.
Para evitar las prisas matutinas debemos acostumbrar a los niños acostarse antes y dejar todo preparado la noche anterior. Podemos comenzar con líquidos, como zumos y leche para despertar el apetito, e ir pasando a productos sólidos.
El desayuno tiene que ser equilibrado y personalizado, dependiendo del peso y el ejercicio físico que realiza el niño a diario. Debe ser completo en incluir los tres macronutrientes: proteínas, hidratos de carbono y grasas. Según la edad del niño cambiará la cantidad del desayuno, nunca su composición. Un desayuno perfecto debería incluir las proteínas en forma de fiambre bajo en grasa o un lácteo desnatado, una opción de cereales integrales, que proporcionarán una fuente de energía estable y duradera o cereales integrales sin azúcar añadido, y una opción grasa alta en Omega 3, como frutos secos o aceite de oliva. Añadir una pieza de fruta sería sobresaliente. La tostada integral con tomate triturado, aceite de oliva y jamón york, o pavo o jamón serrano, supera con creces nutricionalmente al bollo de chocolate.
El desayuno, según la edad:
Niños de 3 a 12 años
* Un lácteo entero que puede consistir en un vaso de leche, acompañado o no de una cucharada de postre de cacao en polvo, o un yogur alto en proteínas. * Una opción de cereales integrales, que puede consistir en una tostada de pan integral con un poco de miel o un puñado de cereales integrales infantiles, que podremos mezclar con la leche. * Una pieza o zumo de fruta. La mejor opción es un zumo de naranja natural, aunque también se puede optar por un zumo envasado sin azúcares añadidos, pero con pulpa. La miel y las naranjas potencian el funcionamiento óptimo del sistema inmunitario infantil.
Niños de 12 a 18 años
Durante la adolescencia se produce el “estirón”, lo que obliga a cuidar el aporte diario de calcio y proteínas que ayudará a formar los músculos y el esqueleto óseo, al igual que la ingestión de grasas saludables para favorecer la evolución óptima del sistema hormonal, por lo que en el desayuno es preciso:
* Tomar un lácteo en forma de vaso de leche, yogur o queso fresco, en función de la actividad física diaria y de la constitución del adolescente; se puede acompañar de una cucharada de cacao en polvo o miel. * Acostumbrar al menor a beber zumo natural preparado en casa, pues es una forma más sencilla de ingerir varias piezas de fruta en una sola comida. * Asegurar el aporte de hidratos de carbono tomando dos tostadas integrales, acompañadas de aceite de oliva, tomate triturado o en rodajas, y jamón serrano o fiambres de pavo.
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26/04/16