Testimonio antes de conseguir el cinturón negro.

Todos sabemos lo importante que es el examen de grado y conseguir un nuevo cinturón. El esfuerzo y dedicación que requiere.

Una alumna de Mugendo San Clemente, Helena de León Dorta, ha querido compartir con nosotros sus pensamientos la semana previa a su importantísimo examen de cinturón negro.

Ha llegado el final de un camino, y empieza el siguiente. Me quedo con la inmensa gratitud, el compañerismo y la superación.

Han sido unos meses en los que he adquirido un conocimiento más profundo de mi misma, se puede casi decir que me he descubierto, o, mejor, que me he demostrado que lo que intuía que se escondía detrás de mi timidez, de mis indecisiones, era una persona fuerte, que se guía por el corazón, que es tenaz, que no abandona ni se rinde, que tira para adelante.

Siento que soy capaz de atreverme, a pesar de todo, a realizar actos que no esperaría, ni yo ni nadie, y a salir de mi zona de confort.

No ha sido fácil, ni siquiera se acerca a la definición de difícil, pero aquí estoy, dispuesta a seguir haciéndolo, a enfrentarme y divertirme con los últimos, pero no por eso más fáciles, pasos. En mi mente y en mi corazón se agolpan, por encima de todo, dos palabras, gratitud y fuerza.

Siento una inmensa gratitud, no solo por poder vivir esta experiencia, sino, sobre todo, por la infinidad de ángeles que tengo a mi lado, y que me han dado lo mejor de toda esta aventura.

Mis alucinantes compañeros, que no han escatimado en elogios, apoyo, palabras de ánimo, de aliento, consejos y cariño, sin los que no hubiera sido posible intentar cada técnica, cada flexión, una vez más. Mis queridísimas guerreras, compañeras de fatiga, con las que cada día he compartido mis penas, mis quejas, mis alegrías, cada día con una frase motivadora, cada día con iconos cargados de comprensión. Mis increíbles, comprensivos y pacientes amigos, conocidos y a mi insuperable e impresionante familia, toda ella, desde el más pequeño al más grande, que no me han dejado sola ni un solo instante.

No existe manera de agradecerles todo lo que han hecho por mi, pero me esforzaré en encontrarla.

Gracias.

Les quiero.

Gracias Helena por compartir esto con todos nosotros.

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